Mandamientos No 5 6 y 7

Comer siempre bien

La Alimentación de la persona activa

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Mandamiento No 5 Consuma los alimentos de la mejor calidad y frescura posible..

Fresh assorted vegetables in boxes on farmer's marketSabemos que, en nuestro mundo “civilizado” de hoy en día, es muy difícil consumir alimentos realmente frescos porque generalmente cuando llegan a nuestra mesa llevan ya varios días, si no semanas, de moverse a través de una intrincada red comercial e industrial y que no es raro que mezclemos un producto cultivado en Asia con unos vegetales provenientes de Sur América y unos mariscos enlatados del norte de Europa. Y todos esos alimentos han pasado por un proceso de cultivo, cría o pesca, almacenamiento en crudo, procesamiento, transporte, distribución, nuevo almacenamiento, venta, transporte hasta su casa, nuevo almacenamiento en su refrigerador o despensa, congelación, descongelado, preparación y consumo.

Nada más percátese de que son más de 15 pasos los que necesita un alimento promedio desde el agricultor o criador hasta su mesa. De allí la importancia de que nos aseguremos de la frescura y calidad del alimento consumido.

Los alimentos llegan a su mesa después de una larga cadena de producción, modificación, almacenamiento, transporte, empaque y venta minorista. Es dificil que estén realmente frescos
Los alimentos llegan a su mesa después de una larga cadena de producción, modificación, almacenamiento, transporte, empaque y venta minorista. Es dificil que estén realmente frescos

Tenemos el tema de los aditivos o preservantes y cada día vemos en las noticias algún científico bien o mal intencionado que nos dice que tal o cual producto agregado frecuentemente a los alimentos es perjudicial para la salud o produce cáncer. (ver apartado sobre este tema en el capítulo de “Alimentos que enferman”) También leemos u oímos de los efectos perjudiciales de los antibióticos u hormonas que se adicionan a los animales de granja para protegerlos de plagas o hacer que crezcan más rápidamente y concentren más peso o nutrientes y de los contaminantes que se encuentran en el agua del mar, en los pastos procesados o forrajes, en los pesticidas, insecticidas, funguicidas y factores de crecimiento y, como si todo eso fuera poco, en los peligros de la ingeniería genética que modifica semillas para crear plantas que no son naturales o altera gametos para producir animales con tales o cuales características que resultan beneficiosas para los criadores o productores pero no sabemos sus consecuencias en los consumidores ni si se alterarán durante el proceso de industrialización o comercio.

transgenicosMe decía una señora que escuchaba una charla en este sentido que “Ella no iba a volver a comer” porque nada hoy en día es seguro. La respuesta que le di a la señora es la misma que les incluyo a ustedes:

Utilicen los alimentos más frescos que puedan y prefieran los que provienen de casas serias o de fuentes conocidas pero no caigan en la histeria porque es poco o nada lo que podemos hacer. Gracias a Dios que nuestro organismo es mucho más resistente de lo que pensamos y es capaz de tolerar un nivel de contaminantes bastante alto. De lo contrario no comeríamos nada y entonces terminaríamos muertos por causa de la inanición.

El análisis de algunas contaminaciones y de las alergias alimentarias, tema que se tratará en otro capítulo o se puede complementar en nuestra página web en el apartado de «alergias alimentarias».

Mandamiento No 6 ·Siga sus instintos si un alimento no le resulta agradable, posiblemente no será bueno para usted»…

Todos pensamos que el sentido del gusto es simplemente un producto de la costumbre y que nos resultan agradables aquellos alimentos que hemos aprendido a apreciar. Pero no es tan sencillo el asunto.

lengua con saboresNo cabe duda de que su aparato digestivo, del cual la lengua y el sentido del gusto forman parte muy importante, reflejan su estado de ánimo.

Así si usted sale a comer con su pareja o cónyuge pero de camino al restaurante tienen una pelea, esa situación se reflejará en la secreción de ácido en el estómago, en la forma en la que se contrae su esófago, estómago e intestinos y en otra serie de mediadores que determinarán probablemente, que el alimento que consuma le “caiga mal” o sea que no sea adecuadamente aprovechado por el intestino y es posible que llegue, en personas muy sensibles, hasta a vomitar o tener una diarrea que no se relaciona en lo absoluto con contaminación o el estado de los alimentos consumidos, sino con el estado de ánimo con que usted los ingirió. Si no se siente en ánimo de disfrutar una comida, mejor pospóngala o coma algo bien liviano que no le vaya a caer mal.

No cabe duda de que el gusto es educable y así una persona que crece consumiendo vino tendrá su paladar entrenado para conocer la calidad de ese producto y sabrá apreciarlo mejor que alguien que nunca lo consumió antes y a quien puede resultarle simplemente repugnante. Pero también debemos reconocer que el gusto es uno de los principales sentidos y que, junto con el olfato, nos permite discernir los alimentos que resultan más adecuados para nosotros en un momento determinado.

El gusto por el vino no es natural. A los niños pequeños y personas que nunca lo han probado, probablemente no les guste. Pero si usted aprende a saborearlo, llegrá a apreciar uno bueno
El gusto por el vino no es natural. A los niños pequeños y personas que nunca lo han probado, probablemente no les guste. Pero si usted aprende a saborearlo, llegrá a apreciar uno bueno

Posiblemente – y de esto no tenemos pruebas científicas – el cerebro almacena junto con el sabor de un alimento, las condiciones en que se ingirió la primera vez o en una situación importante. Por ejemplo si usted está enfermo de niño y su madre decide alimentarlo varias veces al día con caldo de pollo, puede ser que desarrolle una animadversión hacia este alimento el cual relacionará con su enfermedad y con el hecho que su madre le forzara a comerlo. Asimismo si a usted le daban de niño una medicina de muy mal sabor y la acompañaban de una cucharada de miel, usted puede mantener una relación entre el sabor de la medicina y el de la miel y puede ser que este alimento, normalmente agradable para todas las personas, le resulte repulsivo.

En definitiva el gusto es un sentido muy importante que nos permite, junto con el olfato, saber si los alimentos se encuentran en buen o mal estado y nos orienta hacia lo que debemos o no debemos comer. Es por eso una buena recomendación no desoír sus consejos y comer aquellos alimentos que nos resultan agradables.

 Mandamiento No 7 Cuando coma, coma….

Comer en grupo es una de las actividades más agradables que podemos realizar. No echemos a perder la ocasión con pleitos o discusiones sobre temas polémicos. Limítate a contar chistes
Comer en grupo es una de las actividades más agradables que podemos realizar. No echemos a perder la ocasión con pleitos o discusiones sobre temas polémicos. Limítate a contar chistes

Comer es, no hay duda de clase alguna, uno de los principales ACTOS SOCIALES del ser humano moderno y forma parte de todo un ritual de socialización que hace que se incluya la comida en casi todas las ocasiones en que varias personas se juntan con cualquier pretexto. Se usa invitar a los amigos o parientes a la casa y preparar siempre algo de comer, cuando salimos al cine o al teatro, pasamos a “comer algo”, cuando queremos alagar a otra persona, le invitamos a comer afuera y, cuando tenemos más confianza, le invitamos a nuestra casa o vamos a comer a la suya. En las convenciones o conferencias científicas se termina con unos bocadillos o una cena formal, en los evento deportivos nos ofrecen a la venta comidas o bebidas de todo tipo.

En definitiva, repito, la alimentación se ha constituido en un acto social por excelencia y es un medio para realizar negocios, reuniones empresariales, conquistas, convenios o, simplemente, para juntarse un grupo de personas y departir agradablemente.

Naturalmente que esto es bueno y provechoso y que la alimentación y la bebida acercan a las personas y facilitan las relaciones humanas. Pero el consejo del mandamiento debe observarse: CUANDO COMA COMA, si va a un almuerzo de negocios o a una cena de celebración o simplemente a un ágape familiar, separe el tiempo de las celebraciones, de los discursos, de las negociaciones, premiaciones, discusiones y otras circunstancias, del tiempo de la comida propiamente dicha.

Nuestros abuelos eran muy sabios cuando hacían este tipo de reuniones y casi siempre disponían de un recinto para la conversación o interacción y otro separado para la alimentación. En un momento determinado el o la anfitriona llamaban “¡A LA MESA!” y todos dejaban sus asuntos para dirigirse el sitio en que se servían y compartían los alimentos. Quizás no se necesite llegar al extremo de COMER EN SILENCIO como decía el protagonista chino de una famosa novela que leí hace algún tiempo: “comemos en silencio para recordar todos los años en que no tuvimos alimentos suficientes”.

Mantener una agradable conversación o escuchar música suave durante la ingestión de los alimentos es naturalmente saludable pero no lo es entablar una discusión o negociación agresiva o enterarse de cifras o informes empresariales y al mismo tiempo comer. Esas circunstancias pueden dar al traste con su comida y causar un mal aprovechamiento de los alimentos, aunque sean de la mejor calidad y exquisita preparación.

Comer es un acto de suficiente importancia como para concederle unos minutos de entera concentración. Si le toca presidir una mesa familiar o una comida de negocios, bien hará usted en pedir a los participantes que se interrumpan los conflictos, discusiones o negociaciones por unos minutos, mientras saboreamos, asimilamos e iniciamos la digestión de los alimentos. Todos tarde o temprano se lo agradecerán.

Mandamientos 8 y 9

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